Elevación de mamas

La elevación de mamas, también conocida como mastopexia, es una cirugía estética que se realiza para levantar y remodelar los senos caídos. Este procedimiento es ideal para mujeres que han experimentado una pérdida de firmeza, elasticidad  y volumen en sus senos.

Resultados

Sin prótesis
Sin prótesis
Sin prótesis
Con prótesis (periareolar)
Con prótesis (vertical)
Con prótesis (T invertida)
Con prótesis (T invertida)
Con prótesis (T invertida)
Con prótesis (T invertida)
Mamas tuberosas moderadas
Con prótesis (T invertida)
Con prótesis (T invertida)
Con prótesis (T invertida)
Con prótesis (T invertida)
Con prótesis (T invertida)
Con prótesis (T invertida)
Con prótesis (T invertida)
Con prótesis (T invertida)

Preguntas frecuentas

Entendemos por aumento mamario simple aquel en el que únicamente colocamos una prótesis mamaria, sin cambiar la posición del complejo areola-pezón ni modificar la glándula mamaria.

Está indicado en pacientes con hipoplasia mamaria (mamas pequeñas) o volumen mamario moderado pero que deseen aumentarlo*.

* Algunas mamas con una posición mínimamente caída pueden ser candidatas a realizar un aumento simple dado que las prótesis mamarias permiten corregir secundariamente la posición mínimamente baja del complejo areola-pezón (esto debe ser explicado en consulta).

En cuanto a la FORMA:

  • Redondas: Tienen forma esférica. Colocadas debajo del músculo, permiten conseguir resultados naturales (el músculo aplana suavemente su borde superior) pero sin prescindir de escote. No suelen colocarse por delante del musculo dado que en este caso el resultado no sería natural.
  • Anatómicas: Tienen forma de gota, con la parte superior menos llena. Permiten que, colocadas por delante del músculo (en casos indicados), el resultado sea natural. Cuando se colocan por debajo del músculo permiten el resultado más discreto y natural que podemos conseguir.

En cuanto al TEXTURIZADO:

  • Texturizadas: Presentan una rugosidad en la superficie que permite disminuir el riesgo de contractura capsular y de rotación en el caso de las anatómicas.
  • Lisas: La superficie es lisa, sin relieve.

En cuanto a la PROYECCIÓN:

Proyección baja, media o moderada: Para un mismo volumen, la base de una prótesis será más grande conforme menor sea su proyección. Esto nos permite adaptarnos a las características de cada paciente (anchura de tórax, altura, complexión corporal …).

– Periareolar: Dará lugar a una cicatriz en el borde inferior de la areola. Generalmente imperceptible, existe un riesgo pequeño pero difícil de predecir de que puedan pigmentarse.

– Surco submamario: Es la vía más frecuente. Genera una cicatriz de unos 4 cm en la parte inferior de la mama, apenas perceptible dado que la leve caída de la mama la oculta. Solo es apreciable cuando la paciente esta tumbada boca arriba. La piel de esta zona tiene una cicatrización generalmente muy favorable .

 Abordaje axilar.

– Por delante del músculo (Subglandular): Indicado en pacientes con un buen grosor de piel, especialmente si se trata de pacientes muy deportistas. El postoperatorio es generalmente menos molesto.

– Por detrás del músculo (Plano Dual): Indicado en la mayoría de las pacientes, dado que permite una mejor cobertura del implante. La prótesis tiene menos tendencia a descolgarse a largo plazo, pero a cambio el postoperatorio suele ser algo más molesto durante los primeros días.

Sí. Actualmente la anestesia general es una técnica muy segura. Los riesgos son mínimos y el beneficio en cuanto a confort para la paciente lo justifica.

Siempre recomiendo 1 noche de hospitalización. Esto nos permite controlar las molestias con tratamiento intravenoso durante las primeras horas, así como poder confirmar que no existe ninguna complicación en el periodo postoperatorio inmediato.

Aproximadamente un tercio de las pacientes necesitarán colocar drenajes. Esto se decide durante la cirugía, en función de la necesidad individual en cada paciente. En caso de colocarlos, generalmente se retiran al día siguiente antes del alta. En algunos casos, si es necesario, la paciente puede irse de alta con drenajes y estos se retirarán cuando la cantidad de líquido que salga sea lo suficientemente pequeña (2-4 días aprox.).

Desde el punto de vista de los materiales, las prótesis de ultima generación no presentan una “fecha de caducidad” como tal. No obstante, sabemos que, a más tiempo con una prótesis de mama, mayor es la probabilidad de que la paciente necesite un recambio debido a otro tipo de razones (descolgamiento, cambios en la fisionomía de la paciente que hagan recomendable un retoque, contractura capsular …). La probabilidad de que esto ocurra es diferente para cada paciente y aumenta notablemente a partir de los 10 años de operarse.

– Contractura capsular: Formación de una capsula rígida alrededor de la prótesis que puede hacer que esta cambie su forma o resulte molesta. Para minimizar esta complicación debe usarse una técnica quirúrgica lo más aséptica posible, siempre lavando el bolsillo con antibiótico. En caso de aparecer, existe un tratamiento médico, si bien este no siempre es efectivo y en ocasiones puede ser necesaria una reintervención. El texturizado reduce enormemente la probabilidad de esta complicación respecto a las prótesis lisas.

– Rotación del implante: Generalmente ocurre con implantes anatómicos. El texturizado crea un “efecto velcro” que hace que la probabilidad sea menor.

– Rotura del implante: Poco frecuente. En la actualidad, los geles de silicona son cohesivos (no líquidos), por lo que en caso de producirse la silicona no migrará fuera de la mama.

– Linfoma anaplásico de células gigantes: Complicación extremadamente, descrita en 1/50.000 mujeres. Consiste en una enfermedad neoplásica – maligna – asociada a ciertos tipos de texturizados que en la actualidad evitamos. Esta complicación no existe con implantes lisos – no texturizados.

Postoperatorio inmediato: Durante los primeros días, cuando las prótesis se colocan por debajo del músculo, las pacientes suelen referir molestias de tipo contractura en el pectoral mayor. Esto es totalmente normal y tarda unos días en desaparecer, hasta que dicho musculo se “habitúa” a tener el implante debajo.

Primera semana: La principal precaución que debemos de tener es evitar levantar los brazos por encima de los hombros o hacerlo con cargas superiores a 2 kg. Durante este tiempo, en el caso de que la paciente tenga un trabajo físico, se recomienda estar de baja.

A partir de la segunda semana: Las pacientes recuperan ya el rango normal de movilidad de los brazos y pueden empezar a levantar pesos de 2-5 kg. La gran mayoría de las pacientes, incluidas aquellas con trabajos físicos, puede reincorporarse a su puesto de trabajo.

Tres primeros meses: La paciente debe de llevar el sujetador todo el tiempo posible, dado que es el tiempo que tarda en formarse la cápsula periprotésica y queremos que lo haga en la posición exacta en que hemos colocado la prótesis. Durante este periodo también recomiendo evitar, en la medida de lo posible, dormir de lado, así como realizar pesas que activen el músculo pectoral mayor.

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