BLEFAROPLASTIA

La blefaroplastia, o cirugía de párpados, es un procedimiento estético que se realiza para mejorar la apariencia de los párpados superiores, inferiores o ambos. Este procedimiento es ideal para personas que desean corregir los signos de envejecimiento alrededor de los ojos, como el exceso de piel, las bolsas debajo de los ojos y la flacidez, que pueden hacer que los ojos parezcan cansados o envejecidos.

Resultados

Superior
Superior
Superior racial
Superior
Superior con Ptosis de cejas
Superior
Superior
Superior
Inferior
Inferior
Completa
Completa
Completa

Preguntas frecuentes

Entendemos por Blefaroplastia superior aquel procedimiento en el que eliminamos piel y bolsas grasas del párpado superior.

Está indicado en pacientes con exceso de piel y/o de bolsas grasas en el párpado superior*. 

* Los pacientes candidatos suelen referir aspecto de ojos cansados, pesadez en el párpado superior que cambia a lo largo del día e incluso la interposición del párpado en el campo visual.

Esta cirugía se realiza a través de una incisión en el pliegue del párpado superior (en lo que llamamos línea de la sombra de ojos). Es la piel más fina del cuerpo humano y la cicatriz resultante es imperceptible.

Sí. Como normal general recomiendo realizarla con anestesia local y una sedación suave, dado que se trata de un procedimiento corto y poco molesto.

Generalmente no es necesario, y el paciente puede irse a casa el mismo día de la cirugía.

Algunas de las complicaciones más frecuentes de una blefaroplastia superior son:

– Eliminación insuficiente de piel: En la blefaroplastia superior es necesario encontrar un equilibrio entre quitar la suficiente piel, pero no excederse. Por ello, en ocasiones ocurre que pueda quedar un pequeño remanente de piel. Generalmente esta piel retrae conforme baja la inflamación y no es necesario un retoque.

– Ojo seco: Especialmente en pacientes que previamente padecen de ojo seco, la inflamación postoperatoria puede hacer que este empeore y el paciente precise lágrimas artificiales temporalmente.

– Rotación del implante: Generalmente ocurre con implantes anatómicos. El texturizado crea un “efecto velcro” que hace que la probabilidad sea menor.

– Rotura del implante: Poco frecuente. En la actualidad, los geles de silicona son cohesivos (no líquidos), por lo que en caso de producirse la silicona no migrará fuera de la mama.

– Linfoma anaplásico de células gigantes: Complicación extremadamente, descrita en 1/50.000 mujeres. Consiste en una enfermedad neoplásica – maligna – asociada a ciertos tipos de texturizados que en la actualidad evitamos. Esta complicación no existe con implantes lisos – no texturizados.

El postoperatorio de una blefaroplastia superior no es especialmente doloroso, pero si precisa de unos cuidados muy específicos. Durante los primeros días los pacientes tienen que ponerse gotas de forma frecuente. Es frecuente también la aparición de hematomas superficiales.

 

 

 

Entendemos por Blefaroplastia Inferior aquel procedimiento en el que eliminamos piel y bolsas grasas del párpado inferior.

Está indicado en pacientes con exceso de piel y/o de bolsas grasas en el párpado inferior.

Esta cirugía se realiza generalmente a través de una incisión en la conjuntiva – dentro de la mucosa del párpado. No deja cicatrices visibles*.

* En algunos pacientes con excesos importantes de piel, que creemos que no retraerán al quitar las bolsas, es necesario además añadir una incisión por debajo de la línea de pestañas del párpado inferior. En la mayor parte de los casos, la cicatriz resultante es apenas perceptible.

No. A diferencia de la blefaroplastia superior, en la inferior es mejor usar una anestesia general corta. El acceso por dentro del párpado suele resultar incomodo al paciente, que está viendo la cirugía. Solo en el casos de pacientes con riesgos para una anestesia general o muy colaboradores se plantea la anestesia local.

Generalmente no es necesario, y el paciente puede irse a casa el mismo día de la cirugía.

Algunas de las complicaciones más frecuentes de una blefaroplastia inferior son:

– Eliminación excesiva de piel: En la blefaroplastia inferior es necesario encontrar un equilibrio entre quitar la suficiente piel, pero no excederse. Por ello, en ocasiones ocurre que la cicatrización y la propia gravedad hacen que durante las primeras semanas el paciente pueda presentar un ectropion (apertura del párpado inferior). Generalmente esta piel vuelve a su posición conforme baja la inflamación y no es necesario un retoque.

– Sangrado intraorbitario: La blefaroplastia inferior conlleva un riesgo extremadamente raro, pero potencialmente grave que el paciente debe conocer. La presencia de unos vasos sanguíneos localizados cerca de las bolsas hace que, en caso de sangrado, pueda ser necesaria una descompresión urgente en el quirófano para evitar lesiones oculares graves.

– Diplopía (visión doble): Entre ambas bolsas grasas del párpado inferior se localiza un músculo que participa del movimiento del ojo. En caso de tocarlo o lesionarlo, puede generarse una visión doble que generalmente desaparece en unas semanas.

– Rotación del implante: Generalmente ocurre con implantes anatómicos. El texturizado crea un “efecto velcro” que hace que la probabilidad sea menor.

– Rotura del implante: Poco frecuente. En la actualidad, los geles de silicona son cohesivos (no líquidos), por lo que en caso de producirse la silicona no migrará fuera de la mama.

– Linfoma anaplásico de células gigantes: Complicación extremadamente, descrita en 1/50.000 mujeres. Consiste en una enfermedad neoplásica – maligna – asociada a ciertos tipos de texturizados que en la actualidad evitamos. Esta complicación no existe con implantes lisos – no texturizados.

El postoperatorio de una blefaroplastia inferior no es especialmente doloroso, pero si precisa de unos cuidados muy específicos. Durante los primeros días los pacientes tienen que ponerse gotas de forma frecuente. Es frecuente también la aparición de hematomas superficiales.

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