Abdominoplastia
La abdominoplastia, es un procedimiento quirúrgico destinado a mejorar la apariencia del abdomen. Este procedimiento se recomienda para personas que tienen exceso de piel y grasa en el abdomen y, en muchos casos, músculos abdominales debilitados o separados, lo cual no puede corregirse únicamente con dieta y ejercicio
Es frecuente combinarlo con liposucción.
Resultados
Preguntas frecuentes
Entendemos por Abdominoplastia Completa aquel procedimiento en el que corregimos el exceso de piel y de grasa en el abdomen (desde el pubis hasta justo por encima del ombligo) y reparamos los músculos de la pared abdominal
Está indicado en pacientes con excesos moderados a severos de piel y grasa en el abdomen y diástasis* de los músculos del abdomen
* Separación excesiva de los músculos rectos abdominales que general problemas funcionales (debilidad al hacer ejercicio, problemas de espalda, abombamiento excesivo después de las comidas) y estéticos (pérdida del aspecto plano del abdomen.) Generalmente ocurre en relación con embarazos múltiples o con aumentos de peso muy grandes, pero también puede aparecer en hombres o mujeres sin embarazos previos.
La abdominoplastia genera una cicatriz larga, horizontal, de lado a lado del abdomen. Esta cicatriz se coloca lo más baja posible, para que quede oculta por la ropa interior o de baño. Es una piel generalmente muy favorable para obtener cicatrices que pasados los 6 meses serán poco perceptibles.
Siempre que se hace una abdominoplastia completa se “saca” de nuevo el ombligo. Una vez retirado el exceso de piel y grasa, se “tira” del resto de la piel hacia abajo para “tensarla” y se crea un orificio para sacar el ombligo de nuevo. Esto genera una cicatriz alrededor del ombligo, generalmente imperceptible.
En algunas ocasiones es necesario añadir una pequeña parte de cicatriz vertical, en la zona debajo del ombligo. Esto lo hacemos cuando el exceso de piel es moderado. Debes discutirlo conmigo en la consulta si es tu caso.
Sí. Generalmente se suele recomendar hacer simultáneamente liposucción de los flancos y de la zona alta del abdomen. En ocasiones también se combina con cirugías mamarias sin aumentar por ello el riesgo.
Sí. Actualmente la anestesia general es una técnica muy segura. Los riesgos son mínimos y el beneficio en cuanto a confort para la paciente lo justifica.
Siempre recomiendo 2 noches de hospitalización. Esto nos permite controlar las molestias con tratamiento intravenoso durante las primeras horas, así como poder confirmar que no existe ninguna complicación en el periodo postoperatorio inmediato. Además, el primer día el paciente debe guardar en reposo en cama para evitar la tensión en la zona de la cicatriz. El segundo día puede comenzar a caminar algo encorvado y, si todo está bien, irse de alta.
Sí. Todos los pacientes necesitarán colocar drenajes. El paciente puede irse de alta con drenajes y estos se retirarán cuando la cantidad de líquido que salga sea lo suficientemente pequeña (3-5 días aprox.).
Algunas de las complicaciones más frecuentes de una abdominoplastia, son:
– Necrosis cutáneas o del ombligo: Esta complicación es poco frecuente, pero debe conocerse. Cuando alguna zona de piel o el ombligo no reciben suficiente cantidad de sangre, pueden necrosarse, dando lugar a una costra que precisará de curas durante varias semanas y que dejará una zona de piel pálida. El riesgo de esta complicación es mucho mayor en FUMADORES. Para someterse a esta cirugía es imprescindible dejar de fumar.
– Trombosis venosas / Tromboembolismo pulmonar: En toda cirugía en la que el paciente debe guardar algunas horas de reposo en cama, existe un riesgo de formación de trombos. Para minimizarlo, siempre prescribo heparina durante 1 semana en estos pacientes.
– Excesos leves de piel en los extremos de la cicatriz: Es frecuente que, en las zonas más laterales de la cicatriz, pueda aparecer lo que llamamos “culos de pollo”. Se trata de pequeños excesos de piel que a veces son inevitables en incisiones muy largas y que suelen desaparecer durante los primeros meses. En caso de persistencia, habrá que quitarlos con anestesia local.
– Seroma: En ocasiones y pese a los drenajes, puede acumularse líquido en la zona operada. Si es un volumen suficiente, se retira en la consulta con una jeringuilla. Pasadas unas semanas el cuerpo acaba reabsorbiéndolo.
– Rotación del implante: Generalmente ocurre con implantes anatómicos. El texturizado crea un “efecto velcro” que hace que la probabilidad sea menor.
– Rotura del implante: Poco frecuente. En la actualidad, los geles de silicona son cohesivos (no líquidos), por lo que en caso de producirse la silicona no migrará fuera de la mama.
– Linfoma anaplásico de células gigantes: Complicación extremadamente, descrita en 1/50.000 mujeres. Consiste en una enfermedad neoplásica – maligna – asociada a ciertos tipos de texturizados que en la actualidad evitamos. Esta complicación no existe con implantes lisos – no texturizados.
El postoperatorio de una abdominoplastia es algo más molesto que en otras cirugías. Por un lado, la incisión es grande y puede precisar curas. Por otro, la reparación de la pared abdominal puede ser molesta durante unos días. No se puede hacer ejercicio que active los abdominales (si otros) durante 3 meses. Además, deberás llevar una faja durante 2-3 semanas.
Primera semana: La principal precaución que debemos de tener es evitar levantar los brazos por encima de los hombros o hacerlo con cargas superiores a 2 kg. Durante este tiempo, en el caso de que la paciente tenga un trabajo físico, se recomienda estar de baja.
A partir de la segunda semana: Las pacientes recuperan ya el rango normal de movilidad de los brazos y pueden empezar a levantar pesos de 2-5 kg. La gran mayoría de las pacientes, incluidas aquellas con trabajos físicos, puede reincorporarse a su puesto de trabajo.
Tres primeros meses: La paciente debe de llevar el sujetador todo el tiempo posible, dado que es el tiempo que tarda en formarse la cápsula periprotésica y queremos que lo haga en la posición exacta en que hemos colocado la prótesis. Durante este periodo también recomiendo evitar, en la medida de lo posible, dormir de lado, así como realizar pesas que activen el músculo pectoral mayor.